CIUDADES Y PUEBLOS EN LA RUTA

PÁGINA EN CONSTRUCCIÓN

CIUDADES Y PUEBLOS. VISITAS. ACTIVIDADES. 1ª ETAPA

1ª ETAPA: Día 5 de  junio de 2014
COLEGIO SAN JORGE – CASTRILLO DE LOS POLVAZARES - ASTORGA  (6 kms).       
Comida: Arévalo (Ávila).
Llegada: Castrillo de los Polvazares.

CASTRILLO DE LOS POLVAZARES.

           Iniciaremos nuestra expedición realizando una visita a este precioso pueblo situado a 6 km de Astorga, declarado Conjunto Histórico-Artístico desde 1980.



         Según algunas fuentes, el nombre "Castrillo" procede de la cercanía de dos castros: el Castro de San Martino y el de Teso de la Mesa.



          Muchos habitantes de este pueblo de la Maragatería como muchos otros de la zona, eran arrieros, es decir, comerciantes itinerantes que ponían en contacto a Galicia y los productos del mar, con Castilla y Extremadura, ocupación secular de los maragatos.      
        Las necesidades de esta actividad económica se reflejan en la anchura de sus calles, para facilitar el paso de los carros, y la estructura de sus casas, con grandes portalones y espaciosos patios para las cuadras de los animales, lo que dota de personalidad definida la arquitectura maragata.
       En la Plaza Mayor destaca la pequeña iglesia con su campanario y un poco más abajo, la antigua fuente.


        En Castrillo de los Polvazares, el monumento es todo el pueblo. La calle principal o Calle Real, lo recorre en toda su extensión, sindo de igual interés las callejas laterales.


        Si tenemos ocasión, entraríamos  en uno de los patios de las casas particulares. La mayoría de ellos tienen una decoración sorprendente.


A 3,5 km de Astorga, pasaremos por Murias de Rechivaldo, junto al río Jerga,  pequeño pueblo de 107 hab. (INE 2013) y a una altitud de 880 m.
Población típicamente maragata, como en Castrillo de Polvazares se pueden observar las típicas casas de piedra de manpostería con un gran portalón, en su día necesario para poder guardar los carros.


           Destaca la iglesia parroquial de San Esteban con su característica espadaña, del siglo XVIII, lo más importante de ella, por su relación jacobea, es un relieve de la Virgen del Pilar cobijado en una hornacina sobre el dintel de la puerta. También hay una estatua de San Roque peregrino.

ASTORGA.

La capital de la comarca leonesa de la Maragatería ofrece un rico legado romano y medieval, fruto de su ubicación en un cruce de caminos: el Camino de Santiago y la ruta Vía de la Plata. Su recinto amurallado conserva iglesias, conventos y hospitales, que trasladan al viajero a la más pura tradición jacobea. Sobresale también en su trazado urbano una obra cumbre del arquitecto modernista Antonio Gaudí: el Palacio Episcopal. Astorga es, además, una buena oportunidad para disfrutar de la riqueza gastronómica de estas tierras.
11.690 hab. (INE 2013).
869 m. altiutud
        Nacida como campamento militar romano de la Legio X Gemina a finales del siglo I a. C.,[] poco después se convirtió en un asentamiento civil y fue capital del Conventus Asturum.

Puerta romana. Asturica Augusta

       Se desarrolló como importante nudo de comunicaciones del noroeste peninsular y gozó de cierta prosperidad en los dos primeros siglos de nuestra era gracias a la minería del oro, siendo definida por Plinio el Viejo como «vrbs magnifica».
Muralla romana

Ruinas de Astúrica Augusta.

         Del legado romano se conservan las Termas Mayores y Menores, el Aedos Augusti, templo dedicado al emperador, las cloacas romanas, el Domus del mosaico, antigua casa romana con los bellos mosaicos de los pájaros y el oso, el foso campamental y un puente.
         La Ergástula, edificio del foro del que no se sabe con certeza su función, aunque algunos autores sostienen que hacía las veces de cárcel para los esclavos de las minas de oro del Teleno y las Médulas, es desde 1999 sede del Museo Romano.



Fue parte del reino de los suevos tras las invasiones bárbaras y en 714 fue tomada por las tropas musulmanas de Táriq, aunque sería reconquistada por la monarquía asturiana a mediados del mismo siglo. A finales del siglo X volvió a sufrir, en dos ocasiones, el acoso musulmán de la mano de Almanzor.
Desde el siglo XI, y gracias al impulso dado por el Camino de Santiago, la ciudad experimentó un progresivo desarrollo en el cual la Iglesia tuvo un papel protagonista.  
A principios del siglo XIX la ciudad sufrió las consecuencias de la ocupación francesa y fue una de las primeras ciudades que se levantaron contra los franceses, con el amotinamiento de campesinos y jornaleros el 2 de mayo de 1808. El ejército francés entró en la ciudad el 31 de diciembre del mismo año y durante los años siguientes la plaza cambió de manos en varias ocasiones hasta que finalmente los franceses capitularon el 17 de agosto de 1812.
           Entre mediados del siglo XIX y principios del XX se produjo un importante desarrollo industrial, en el que jugaron un papel fundamental la llegada del ferrocarril y el auge de la industria del chocolate. Esta continúa activa junto con otras ramas de la industria alimentaria, como la repostería (mantecadas, sobaos, bizcochos...) y la industria cárnica, aunque la actividad económica del municipio está basada fundamentalmente en el sector servicios, con la administración, el comercio y el turismo cultural como sectores más destacados. Este último se sustenta principalmente en su patrimonio histórico-artístico, en el que cabe destacar la Catedral, el Palacio Episcopal, el Ayuntamiento y la Ergástula romana, todos ellos declarados Bien de Interés Cultural, además de ser lugar de paso del Camino de Santiago y una de las cabeceras de la Vía de la Plata.


Cocido maragato.


Fachada de la catedral


La Catedral de Astorga, dedicada a Santa María, es la sede episcopal de la diócesis de Astorga, documentada desde el siglo III con el título de Apostólica.
Antes del edificio actual existió un templo prerrománico y otro de estilo románico consagrado en el año 1069. La actual catedral comenzó a edificarse por la cabecera en el siglo XV (1471) en estilo gótico (naves y capillas) y siguió en los siglos posteriores con la portada sur y dos capillas perpendiculares a la nave en estilo renacentista y la fachada principal en barroco del siglo XVIII.
Es de planta basilical con tres naves que se prolongan sobre la planta románica y capillas entre contrafuertes y tres ábsides poligonales; las bóvedas son de crucería. Los pilares que las sustentan no tienen capiteles sino que se prolongan uniéndose con los nervios de las mismas. Tiene dos torres cuadradas a los pies, con chapiteles de pizarra. El claustro es neoclásico de 1755.
  • La iglesia.
  • El Archivo diocesano, Archivo capitular y Museo.
  • El Hospital de San Juan Bautista, fundado en la Edad Media.

         Casi adyacente a la catedral se encuentra el Palacio Episcopal de Astorga, obra modernista del arquitecto Antoni Gaudí, máximo exponente del modernismo  catelán, formando ambos un armónico conjunto pese a las diferentes épocas en las que fueron construidos.

Palacio episcopal. Gaudí.

En León capital,  se encuentra la Casa Botines, que junto con El Capricho de Comillas son las únicas obras de Gaudí fuera de Cataluña. La construcción se llevó a cabo entre 1889 y 1915.
Cuando Gaudí recibió el encargo de construir el palacio episcopal estaba ocupado en diversos proyectos, como el Palacio Güell, los Pabellones GüellColegio de las Teresianas y la Sagrada Familia, por lo que no podía desplazarse a Astorga para estudiar el terreno y el entorno del nuevo edificio. Para no retrasar el proyecto le pidió al obispo que le enviase fotografías, dibujos y demás información del lugar, que le permitiesen comenzar a proyectar el palacio de manera que armonizase con las edificaciones de su entorno. Una vez hubo estudiado todo el material recibido, Gaudí preparó los planos del proyecto y los envió a Astorga.
El Palacio Episcopal de Astorga es un edificio que tiene un aire medieval, apropiado para su finalidad. Gaudí lo proyectó en estilo neogótico.
         La piedra en la que está construido (granito gris del Bierzo) es respetuosa con el entorno, en especial con la catedral que se encuentra en la inmediata vecindad, así como también con la naturaleza, que en la Astorga de finales del siglo XIX estaba más presente que en la actualidad. No obstante, el edificio también incorpora algunos de los elementos que caracterizarían a Gaudí en sus futuras obras, como los arcos de la entrada principal y el volumen situado encima de ella o las grandes chimeneas que de forma ostensible se integran en las fachadas laterales.

Vista parcial de la capilla del palacio.

          La fachada presenta cuatro torres cilíndricas, y está rodeada de un foso. El pórtico tiene tres grandes arcos abocinados, hechos con sillares separados entre sí por contrafuertes inclinados. La parte posterior presenta un ábside en la capilla, rodeado de tres pequeños absidiolos. La planta baja contiene un gran vestíbulo, del que parte la escalera noble, adquiriendo una gran altura que permite la apertura de grandes ventanas, de forma triangular, que proporcionan una gran luminosidad; este esquema recuerda un poco al utilizado en el Palacio Güell. La estructura del edificio se sustenta en pilares con capiteles decorados y en bóvedas de crucería sobre arcos ojivales de cerámica vidriada. Se remata con un almenado de estilo mudéjar.

Murallas romanas, Palacio Episcopal y Catedral.

         La Plaza Mayor, levantada en el lugar que ocupaba el antiguo foro romano, del que se pueden visitar los restos en el subsuelo, data de finales del siglo XVII, al igual que el edificio del Ayuntamiento. Este edificio es uno de los más destacados ejemplos del barroco civil en León, tiene dos torres gemelas, un gran balcón de forja y lo corona el reloj en el que, dos autómatas con trajes regionales maragatos, dan las horas.

Ayuntamiento, Plaza Mayor y soportales

          En los soportales de esta plaza se esconden pequeños tesoros, como la botica de Primo Núñez, construida en 1770 y que es una de las más antiguas de la provincia.  Es también la plaza en que todos los martes se celebra un mercado en el que se mezclan productos agrícolas y artesanos de los alrededores de Astorga.


        De la bonanza económica de la ciudad a principios del siglo XX quedan muestras en varios edificios modernistas, el más destacable la Casa Granell, está situada a la salida de las murallas por la Puerta del Rey.
       
        Museos de indudable interés para visitar en Astorga son el Museo de la Catedral, el Museo de los Caminos y el Museo del Chocolate.

Museo del chocolate.

Monte Teleno desde Astorga


CIUDADES Y PUEBLOS. VISITAS. ACTIVIDADES.  2ª ETAPA



2ª ETAPA: Día 6 de  junio de 2014
ASTORGA – VILLAFRANCA DEL BIERZO (León) (19,4 km).
Salida: Foncebadón (León) –> Cruz de Ferro –> Ermita de Santiago -> Manjarín -> El Acebo –> Riego de Ambros –>
Llegada: Molinaseca
Comida: Molinaseca.
Alojamiento: Albergue-Hospedería San Nicolás el Real. Villafranca del Bierzo. (León).

FONCEBADÓN. 

Situado a 1.430 m de altitud y con una población de 8 hab, (INE 2009). En el Nomenclator del Obispado de Astorga de 1881 se recoge la cifra a 217 habitantes y en la Guía de la Diócesis de 1930 se baja el número a 130. Hoy, según la página web municipal, sólo queda uno empadronado. Auún así, Foncebadón es el punto habitado más alto del Camino Francés.


Albergue Parroquial de peregrinos Domus Dei. Este Albergue tiene la particularidad de ser el más antiguo del Camino (casi 1.000 años).
Foncebadón es uno de los puertos de montaña más elevados de los Montes de León, situado poco antes de llegar a la Cruz de Ferro, a un par de kilómetros de uno de los grandes hitos del Camino de Santiago a su paso por la provincia, discurre junto a un entorno de una gran riqueza de fauna y flora, además de miradores naturales de gran belleza paisajística. Desde su cima se puede observar asimismo el entorno natural de los Montes de León, en las cumbres más elevadas de este macizo.
El pueblo comenzó a ser abandonado a finales de los años 60, principio de los años 70, debido mayoritariamente a las dificultades económicas que el pueblo tenía en ese momento. Gran parte de la población emigró hacia Madrid u otras ciudades de España en busca de empleo y de una vida alejada de la agricultura, la ganadería o la minería, ya que estos eran los únicos oficios que ofrecían

Foncebadón y sus aledaños. Pasados unos pocos años, toda la demografía del pueblo se redujo drásticamente de un centenar de habitantes a dos personas.


Debido al abandono masivo que sufrió el pueblo, este, como otras muchas localidades de la región, fue víctima de saqueos que en la mayoría de casos dañaban seriamente las casas que a los muy pocos años, acabarían derrumbándose sobre sí mismas, tal y como pasó con la hoy reformada parroquia o el colegio.


CRUZ DE HIERRO.   

La Cruz de Hierro[] (Cruz de Ferro en gallego,[] Cruz de Fierro en leonés[][]) es un crucero que se halla en el punto más alto del Camino de Santiago Francés,[] a unos 1500 msnm. Está situado entre las localidades de Foncebadón y Manjarín, pertenecientes al municipio de Santa Colomba de Somoza.

Cruz de Ferro.

Está formada por un poste de madera de unos cinco metros de alto coronado por una cruz de hierro, réplica de la original conservada en el Museo de los Caminos de Astorga. En los últimos años todo el conjunto sufrió varias agresiones, siendo cortado el poste y sustraída la cruz.
En su base, con el paso de los años, se ha ido formando un montículo. Una leyenda cuenta que cuando se construyó la Catedral de Santiago de Compostela se pidió a los peregrinos que contribuyeran trayendo piedra. En todo caso, la tradición es lanzar una piedra, traída del lugar de origen del peregrino, de espaldas a la cruz para simbolizar que se ha dejado atrás el puerto.

                      Ermita de Santiago, junto a la Cruz de Hierro. Foncebadón

ERMITA DE SANTIAGO, JUNTO A LA CRUZ.
Sobre el origen de la cruz hay varias teorías: pudo ser erigida con el fin de señalar el Camino cuando las frecuentes nevadas lo ocultan a la vista. Asimismo, su origen puede encontrarse en época romana, en los hitos que marcaban la separación de dos circunscripciones territoriales,[7] mientras que para otros se trata de un amontonamiento de guijarros, llamados Montes de Mercurio, que desde época celta erigían los caminantes en lugares estratégicos de los caminos y que luego se cristianizaron con cruces.[8] [9] En este caso, la costumbre se cristianizaría tras ser colocada la cruz a principios del siglo XI por Gaucelmo, abad de la alberguería de Foncebadón y Manjarín.[10] Más adelante serían los segadores gallegos en su camino por estas tierras leonesas hacia Castilla, a donde iban a trabajar, los que continuarían con la tradición depositando una piedra a su paso, llamándolo por entonces Cruz de Ferro.
Flora y fauna
La fauna en torno al puerto de Foncebadón es rica, los animales más característicos por estos montes son el corzo, el venado, el jabalí, la ardilla o el zorro. También el lobo hizo su aparición por estos lugares, pero está en claro retroceso. Entre las aves destacar el buitre leonado, el águila real y la perdiz, además de muchas otras especies animales de menor tamaño, roedores y reptiles         La flora del entorno es rica en especies arbóreas como enebro, abedul, haya y roble albar, así como algún pinar de repoblación ; matorrales como escobales, piornales y brezales, así como plantas y hierbas como el cardal, stellaria, calluna y helecho. El monte bajo también es rico en pastizales



Perfil del descenso de puerto de Foncebadón-Cruz de Hierro hacia Molinaseca. Vertiente berciana.


MANJARÍN.

        Situado junto al monte Irago, A 1.440 m de altitud,  sus aguas pertenecen a la cuenca hidrográfica del Sil.
        Hay resto de actividad minera atribuida a los romanos. Nace, probablemente, en el siglo XI al construir el ermitaño y monje Gaucelmo (constructor de la alberguería de Foncebadón) una alberguería para peregrinos, aunque su origen pueda ser anterior y estar ligado a la repoblación del Conde Gatón en el siglo IX. Sea como fuere su historia quedó ligada desde ese momento al Camino de Santiago.
       La economía se sustentó durante siglos en la actividad ganadera, los beneficios del comercio debidos al Camino y una agricultura de subsistencia.
     A mediados del siglo XX, como muchos otros pueblos de montaña, quedó despoblado, hasta que en 1993 un ermitaño llamado Tomás Martínez, al que recientemente se le ha sumado otro, retomaron la labor de "hospitaleros" del Camino de Santiago, continuando su actividad. En la actualidad el pueblo cuenta con nueve habitantes.


    Descenso del puerto de Foncebadón-Cruz de Hierro, hacia El Acebo-Molinaseca. 
Vertiente berciana.
         Montes de León.

EL ACEBO. 

         La localidad de Acebo se encuentra en el interior de la comarca leonesa de El Bierzo, formando parte integrante del municipio de Molinaseca, a 9,5 km de esta localidad, junto con las otras poblaciones de: Castrillo del Monte, Molinaseca, Onamio, Paradasolana y Riego de Ambrós.

      El Acebo.

Del total de la población del municipio, alrededor de 20 habitantes se concentran en el núcleo de población de El Acebo, los cuales gozan de un estupendo entorno natural a una altitud media de 600 metros sobre el nivel del mar.
 El Acebo.
El Acebo.
El pueblo es cruzado por El Camino de Santiago.

Iglesia de San Miguel. El Acebo.
La iglesia es del siglo XII de estilo románico, el retablo del siglo XVI Y Su Estilo es Barroco. Tiene una espadaña con dos campanas; una de ellas se llama: campana de Sta. Bárbara, y tiene un atributo para la jurisdicción del pueblo de ACEBO DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL (el cual es su patrono). Cuando se aproximaba una tormenta, si la campana se volcaba (volteaba),  la tormenta se desplazaba a otras zonas para que los rayos no dañaran a personas, ni ganados, ni cosechas.


RIEGO DE AMBRÓS.  
        
Se encuentra a 920 m de altitud. Tiene una población residente de  42 hab. (INE 2011), pertenece al término municipal de Molinaseca, de la que se encuentra a 6,1 km.

    Riego de Ambrós.

Im 12. Jh. gab es hier ein Pilgerhospiz, das seit den 1990er Jahren einen modernen Nachfolger hat. En el siglo XII hubo un hospicio para los peregrinos, que desde la década de 1990 tiene uno más moderno. Die einschiffige Pfarrkirche mit rechtwinkliger Apsis ist der heiligen Magdalena geweiht.
El pueblo se encuentra en un descenso sinuoso y empinado, que comienza en El Acebo y termina en Molinaseca.
Der Ort liegt an einer kurvenreichen und steilen Abfahrt, die oberhalb von El Acebo beginnt und in Molinaseca endet.De interés es la Iglesia parroquial de La Magdalena, en cuyo interior se puede contemplar un retablo de estilo barroco.
El Acebo.

MOLINASECA.  

         Esta localidad de la comarca de El Bierzo, tiene una pobalción de 794 hab. (INE 2009) y se encuentra a 580 m. sobre el nivel del mar.
El origen y la importancia de Molinaseca, está vinculado al Puente de los Peregrinos, una construcción de planta románica que se eleva sobre el río Meruelo, de siete arcos.

Puente de los Peregrinos sobre el río Meruelo.

En La Calle Real, jalonada de casonas, comienza el pueblo, cuya parte histórica concluye a los pies del viejo crucero de piedra, Crucero de Santo Cristo, dos símbolos inequívocos de su tradición jacobea.
En la Edad Media, Molinaseca perteneció a un Señorío que dependía directamente de la autoridad real Alfonso VI. El primer Señor de la villa fue el conde Ramiro Froilaz, sobrino del Cid Campeador.
De este periodo, el siglo XI, datan sus primeras ermitas y hospitales: Ermita de Ntra. Sra. de las Angustias, de Santa Marina, del Hospital, de San Roque.
En 1605, a principios del siglo XVII, existieron minas de hierro en las cercanías de la localidad.

PUENTE DE LOS PEREGRINOS

El paso del río Miruelo o Meruelo, en Molinaseca, se realizaba por el “Puente Medieval” que da acceso a su Calle Real.
El puente, “de bella factura y bonita estampa”, y el único peatonal del Bierzo, identifica a la villa. La fábrica de las tres bóvedas más antiguas -hoy embotadas en el conjunto del puente- sugiere, según algunos autores, un origen romano.
Es copiosa la documentación que existe del mismo a partir del siglo XII. Sufrió a lo largo de la historia varias ampliaciones y modificaciones. Una muy importante en el siglo XVIII. La última, modificación o restaauración se realizó en l980.
Puente de los Peregrinos sobre el río Meruelo.

CALLE REAL

El puente y la Calle Real han ordenado, desde siempre, la vida urbana de la villa y ha sido, y es, el paso tradicional del peregrino.
Se extiende desde el Puente (Este) hasta el Crucero (Oeste). Luce el señorío y la distinción de sus casas de piedra, de sus casonas y palacios. Las casas nobles recuerdan glorias pasadas: la casona de D. Pelegrín, con torreón en esquina, la casa fuerte de los Balboa –hoy casa rural de hospedaje-, el palacio de los Cangas y Pambley, con bellas fachadas entre dos torres y magníficos escudos, la casona blasonada, solar de la familia de los Valcarce-Ossorio.


A un lado de la calle, cerca de la iglesia de San Nicolás, se asentaba (S. XIII) el barrio franco, tan importante en las villas jacobeas. Calles estrechas y recoletas se abren perpendiculares a la Calle Real. Unas corren hacia el río (Norte), otras, hacia la montaña (Sur). Aquí, se desdobló la Calle Real en otra paralela.
Las casas se alinean muy juntas, separadas por estrechos callejones en los que apenas cabe una persona; el espacio lo ocupa totalmente el vuelo de los tejados; no existen en estos casos muros medianiles.
Este esquema de calle principal y calles menores (paralelas) con callejones transversales es un ejemplo urbanístico del Camino de Santiago, como se puede observar en Puente La Reina, Santo Domingo de la Calzada o Redecilla del Camino en la provincia de Burgos.

Calle Real.

SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LAS ANGUSTIAS

Se levanta a la derecha del Camino de Santiago. Sus orígenes se relacionan seguramente con una pequeña ermita del S. XI.


           
           La torre a los pies, su cabecera metida en la montaña, su cúpula transparente y sus pórticos laterales, con arquería de medio punto, pertenecen a finales del S. XVII.



En el interior, destacan la cabecera con su gran cúpula y linterna, un majestuoso retablo de la escuela de CHURRIGUERA -con el relato en relieve de los pasajes fundamentales de la vida de MARIA-; y una Reja -con importantes datos sobre la historia del Santuario- divide en dos el recinto.
La imagen Titular es una hermosa talla, influenciada por la escuela de Becerra.

Virgen de las Angustias.

En el segundo cuerpo de la torre, descuella la hermosa estatua en piedra de la imagen Titular, vinculada al influjo de la escuela vallisoletana de Gregorio Fernández.  
En tiempos pasados, sus puertas han tenido que ser protegidas con chapas de hierro, porque devotos y peregrinos se las iban llevando en pequeñas astillas como reliquia.
  
IGLESIA DE SAN NICOLÁS

            Aunque en Molinaseca se encuentra el Santuario de las Angustias, (que está justo enfrente, al otro lado del río), ésta es la iglesia utilizada para el culto y las celebraciones religiosas, encontrándose en su parte posterior el Cementerio de Molinaseca. Se encuentra en un promontorio, justo por encima del puente romano, al que se accede, bien por medio de unas estrechas escaleras, bien dando toda la vuelta por la empinada calle que la rodea.
Emplazada en lo alto de un pequeño montículo de roca- a modo de fortaleza- la Iglesia de San Nicolás en Molinaseca destaca por su elevada y elegante torre, que muestra un reloj centenario de grandes proporciones y una hornacina con la escultura de San Nicolás de Bari (obispo y Santo titular del templo).


La iglesia parroquial fue construida en el siglo XVII y muestra una interesante portada neoclásica. El interior consta de tres naves separadas por pilares de piedra y arcos de medio punto, con cúpula ciega en el crucero sobre pechinas.
Alberga numerosos retablos barrocos, un bello sagrario renacentista, una magnífica talla gótica del Crucificado, y una hermosa cajonería del siglo XVII en la Sacristía.
El retablo mayor es churrigueresco, obra de Pedro Núñez de Losada en 1674. Ocupa el centro la imagen de San Nicolás, y está culminado con una singular talla de Cristo Resucitado.


Es un templo neoclásico, de planta basilical, en el que destaca su altísima torre campanario, decorada con un reloj centenario y la imagen del obispo San Nicolás de Bari en una hornacina. Tiene tres naves y fue construida en sillería en el siglo XVII. En el interior tiene varios retablos barrocos, destacando el Mayor, de estilo churrigueresco, así como una talla gótica de un Cristo crucificado y un sagrario renacentista en las naves laterales.

CRUCERO DE SANTO CRISTO

El crucero se levanta sobre una basa o plinto de planta cuadrada y cuatro escalones, de granito basto. Sobre ellos se alza la cruz de piedra. La columna del crucero es octogonal con aristas. Al crucero se le ha añadido un Cristo Crucificado, un tanto teatral, enmarcado en una vitrina-relicario que lo cobija. Aunque el actual crucero no parece medieval, sí ocupa el mismo lugar que tuvo otro anterior.


Hoy, el Crucero del Santo Cristo es un testigo más del viejo camino compostelano, que nos sigue marcando el pasado y el presente de la ruta.
VILLAFRANCA DEL BIERZO.

Se sitúa al oeste de la comarca de El Bierzo, en la provincia de León. En ella confluyen los ríos Burbia y Valcarce. Dada su proximidad a Galicia, es uno de los municipios leoneses en los que se habla gallego.
El Bierzo recibe su nombre de la antigua denominación romana Bergidum Flavium. Situada a 500 m sobre el nivel del mar, tiene una población de 3.316 hab (INE 2013).


HISTORIA.

Hachas neolíticas, una punta de lanza de bronce y un supuesto ídolo de la Edad del Bronce, conservados en el museo de San Nicolás el real (PP. Paúles), son los testigos materiales de una población que tendría ya cierta importancia en época prerromana y romana, a la vista de los abundantes restos. El cercano Castro de la Ventosa, nos da fe del emplazamiento de la primitiva ciudad celta de Bergidum, luego trasladada a Cacabelos con el nombre de Bergidum Flavium como capital del Convento Jurídico de Astorga. Por la zona discurrirían las calzadas prerromanas XIX y XX mencionadas en el Itinerario de Antonino.
La cita más antigua conocida sobre la zona es de época de Bermudo I el Diácono, por el año 791, como lugar de una batalla, librada junto al Burbia, entre los musulmanes que regresaban de Galicia y los cristianos del rey asturiano, quedando diezmadas sus huestes en la refriega y cediendo la corona a su sobrino Alfonso II el Casto.

El comienzo de las peregrinaciones a Compostela, tras el descubrimiento del cuerpo del Apóstol en el año 813, y las dificultades para atravesar el Camino hacen que vayan surgiendo núcleos privilegiados para asistencia de los peregrinos y Villafranca sería la antesala del angosto valle del río Valcarce, constituyendo el término de una de las jornadas de peregrinación a Santiago en el Codex Calixtinus. (Rabanal-Villafranca-Triacastela).
Aunque la leyenda relacione los orígenes de Villafranca con los vaqueiros de Tineo y Luarca que bajaban a las brañas de Valdeprado y Leitariegos y que, deseando valles de mayor bonanza, confiaron la búsqueda en una vaca blanca que vino a asentarse en Villafranca, el origen más propio se asocia al monasterio de Santa María de Cluniaco ó Cruñego, donde benedictinos franceses de Cluny –los monjes negros- se asientan en 1070 bajo el reinado de Alfonso VI, para atención de los peregrinos franceses y trayendo, entre otras cosas, el cultivo de la vid. También se asocia a los hospitales para atención de peregrinos que surgen a lo largo de la Ruta.
Junto con lo anterior, se fue formando un burgo de francos, peregrinos franceses que permanecerían en estas tierras y que daría el nombre “villa francorum” e importancia a la población. Sin duda se establecerían también judíos, gallegos y gentes de otras tierras. También se habla de villa sin franquicias.
Una descripción de un documento del archivo del monasterio de Santiago de finales del siglo XV, nos habla de “sus calles estrechas y, debido a este trazado y a su oscuridad, se cometían durante la noche toda clase de delitos. Había en ella muchos pobres y no disponían de bienes propios. Sus vecinos eran campesinos que vendían en las puertas de sus casas: vino, panes, pescado, fruta, aceite, paja, cebada, carneros y cabritos.
En 1486, los Reyes Católicos convierten el Señorío en Marquesado de Villafranca del Bierzo a favor de Luis Pimentel y Pacheco –hijo del Conde de  Benavente- .
También pasó por Villafranca el emperador Carlos V cuando se dirige a Santiago para convocar las Cortes de 1520, origen de la guerra de las Comunidades. Aquí recibió a una comisión de castellanos que solicitan se celebren las Cortes en Castilla.
En los siglos XIV y XV, se desarrolló un núcleo de artesanos y una incipiente burguesía gremial que daría auge y esplendor a la villa y que iría en aumento en años sucesivos, como demuestran los importantes edificios (Castillo, Colegiata y conventos de la Concepción, San José, San Nicolás, la Anunciada, la Divina Pastora,…) que se construyen a lo largo del XVI y XVII.
En los siglos XVII y XVIII llegó a ser un destacado centro comercial, artístico y cultural.
También fue en esta época la capital religiosa de El Bierzo.
En junio de 1808 destacó la villa por ser Cuartel General del Ejército de Galicia. Saqueada tres veces por los fugitivos ingleses en la guerra de la Independencia, sería esquilmada por los franceses, que también la ocuparon.
El 27 de enero de 1822 se crea la Provincia de Villafranca del Bierzo por decreto de las Cortes , que incluía El Bierzo y Valdeorras (actualmente en la provincia de Orense). En junio fue constituida la primera Diputación de la nueva provincia, con capital en la Villa y abarcando además de ésta, las villas de Toreno, Ponferrada, Bembibre y El Barco de Valdeorras, entre otras, hecho que solo duraría diez años pues la nueva división administrativa decretada el 30 de noviembre de 1833 repartiría su territorio entre las nuevas provincias de Orense y León.
Hasta mediados de siglo XX mantuvo su hegemonía dentro de El Bierzo gracias a su destacado papel en lo funcional, administrativo y demográfico. La base económica se centraba en la artesanía, el comercio local, las ferias y las actividades administrativas. A principios del siglo XX era el tercer núcleo provincial en importancia y población tras la capital y Astorga, quedando ahora relegado por otros núcleos, especialmente Ponferrada, aunque se sitúa en la primera línea de importancia turística, gracias a su belleza y al paso de las peregrinaciones, que en la segunda mitad de este siglo han renacido con especial fuerza en toda Europa.

PATRIMONIO ARTÍSTICO Y MONUMENTAL.

SAN NICOLÁS EL REAL (PP. Paúles).

San Nicolás el Real.

Está situado en el centro de Villafranca del Bierzo. Fundado en el siglo XVII, como colegio ordinario de la Compañía de Jesús, cuya doble función docente y religiosa, fue determinante en su diseño arquitectónico. 
Se funda en el S. XVII por D. Gabriel de Robles, quien deja en su testamento rentas para hacer la fundación de un colegio de la Compañía de Jesús, cuyos objetivos eran la creación de un colegio para niños y estudios de Teología para los que quisieran ser religiosos. 
En el año 1.767 los Jesuítas son expulsados aunque se siguen impartiendo clases. Se traslada a la Iglesia la anterior Parroquia de San Nicolás quemada en un incendio. 
En el año 1.822 se utilizó como sede de la Diputación Provincial al ser Villafranca capital de provincia.
 Posteriormente pasa a manos de los herederos del fundador, que venden el edificio a los PP. Paúles en 1.899, creando un colegio hasta el año 1.983 en que deja de funcionar como tal.
Las obras comienzan en 1.620 aunque la Iglesia es un poco posterior hacia la mitad del S. XVII siendo la fachada y el claustro lo más tardío, posiblemente de finales del S. XVII o XVIII y se observan influencias gallegas. 
La fachada posee dos cuerpos que se separan por una cornisa y rematados por un frontón con el escudo de la Compañía de Jesús.





La Iglesia se sitúa en el centro y a ambos lados deberían ubicarse sendos claustros aunque solamente está construída el ala de la derecha. Posee planta de cruz latina dividiendose la nave en varios tramos. Tiene bóveda de lunetos y cúpula sobre pechinas.



En el interior de la Iglesia se custodia la imagen del patrón de Villafranca el Santísimo Cristo de la Esperanza , talla sorprendente situada en el primer cuerpo del tramo central del retablo, obra del S. XVII, realizado en madera sin dorar con tallas como la de San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, San Francisco de Borja y un calvario entre otras.
Existe otro retablo a la derecha dedicado a San Vicente de Paúl y otro a la izquierda dedicado a la Milagrosa.
Se puede visitar en el interior del edificio un valioso museo de Ciencias Naturales.



El Claustro está decorado con escenas de la vida de San Vicente de Paúl y pintado al fresco, una de las técnicas más antiguas de la Historia del Arte donde el color conserva la viveza de lo recién pintado, lo hace resistente al paso de los años y aún de los siglos.



Los personajes históricos que aparecen en las ocho composiciones vivían realmente en las fechas en las cuales el edificio se construyó y están en consonancia con el estilo barroco del claustro. 



Como era habitual en los frescos renacentistas el autorretrato del autor aparece entre los personajes representados y en este caso se le puede localizar en el último fresco del ala izquierda, en el rincón contiguo al fresco de “San Vicente en las galeras”.


Este singular conjunto arquitectónico, que ha sido declarado bien de interés cultural se ha adecuado para albergue de peregrinos de categoría superior y calificación de tres cochas.

COLEGIATA DE SANTA MARÍA.

        La Colegiata de Santa María del Cluniaco, Coruniego o Cruñego tuvo sus orígenes en un monasterio benedictino erigido en el siglo XII, con hospedería aneja para atender a los peregrinos franceses que pasaban por Villafranca del Bierzo, camino de Compostela. Los restos de esta antigua abadía se han perdido, ocultos por la Colegiata moderna.

                                Colegiata de Santa María. Villafranca del Bierzo

      La Colegiata de Santa María del Cluniaco, Coruniego o Cruñego tuvo sus orígenes en un monasterio benedictino erigido en el siglo XII, con hospedería aneja para atender a los peregrinos franceses que pasaban por Villafranca del Bierzo, camino de Compostela. Los restos de esta antigua abadía se han perdido, ocultos por la Colegiata moderna.


          Colegiata de Santa María. Villafranca del Bierzo

     La decadencia del monasterio comienza a principios del siglo XIV unida al declive de las peregrinaciones, y a principios del siglo XVI, si bien el monasterio sigue en pie, ha perdido todo su esplendor material y espiritual.
          Por todo ello, en 1529, a instancias del entonces virrey de Nápoles, don Pedro Álvarez de Toledo y Zúñiga, la abadía de monjes se convierte en Colegiata de canónigos, procediéndose a su reedificación con pretensiones monumentalistas a la manera de las grandes basílicas romanas del Renacimiento.
        A finales del siglo XIX se convirtió en parroquia de la Asunción, dentro del obispado de Astorga; funciones parroquiales y dependencias que persisten en la actualidad.
         La Colegiata constituye una interesante muestra de la arquitectura berciana del siglo XVI, aunque su terminación se produzca doscientos años después.
         El templo tiene planta de salón, con tres naves y cabecera poligonal de cinco lados iguales. El primer tramo es el crucero, que no sobresale en planta, pero sí en altura; el segundo con dos capillas laterales, que sobresalen en planta pero en alzada se quedan a mitad de altura de las naves laterales, en el centro del segundo tramo encuadrado por cuatro grandes pilares, se encuentra el coro capitular. El primitivo proyecto contemplaba cinco tramos, pero los dos últimos no llegaron a construirse, quedando así un templo desproporcionado.


Colegiata de Santa María. Villafranca del Bierzo

       En su interior, el templo destaca por la gran variedad de las cubiertas que van desde la bóveda poligonal con nervios de la capilla mayor, hasta las bóvedas de crucería estrelladas más o menos complicadas que cubren la sacristía, y capillas, la cúpula sobre pechinas coronada por linterna y nervatura radial, en la parte central del crucero, y la del coro radial con circunferencia en medio.


Colegiata de Santa María. Villafranca del Bierzo.
Retablo de la Colegiata.

         La torre tiene varios cuerpos cúbicos, con óculos en el centro, el superior octogonal con cuatro huecos de arco de medio punto entre pilastras para las campanas, por encima del cual se levanta un pequeño templete con ocho huecos, rematando el conjunto aguja y pequeña esfera.


Colegiata de Santa María. Villafranca del Bierzo

          Originalmente se trataba de un monasterio de la orden de Cluny, donado (entre otros) por la Reina Doña Urraca I de León a dicha orden en 1110. 
           Los monjes de Cluny daban acogida a los peregrinos que hacían el Camino de Santiago, mientras que a partir de 1118 los caballeros de la orden del Temple de Hugo de Payens y Godofredo de Saint- Adhemar les ofrecían protección en su caminar.

IGLESIA DE SANTIAGO

Templo Románico cuya fecha de construcción probable parece ser de finales del S. XII, año 1.186. En los Años Santos Compostelanos, en caso de que algún peregrino que no pueda continuar hasta la Catedral de Santiago por enfermedad o accidente y haber recorrido la distancia necesaria, haberse confesado, asistido a la Eucaristía y haber rezado por las intenciones de la Iglesia (igual que en la Catedral de Santiago), se le abre la Puerta del Perdón para que gane las Gracias Jubilares. Siendo esta la única puerta de todo el Camino de Santiago junto con la de la Catedral en la que se pueden ganar las Gracias Jubilares.
Iglesia de una sola nave rectangular cubierta con bóveda de cañón. Cabecera terminada en una capilla rectangular rematada por un imponente ábside de tambor o semicircular. La cabecera va cubierta con un tramo de bóveda de cañón seguido de un casquete esférico.
Iglesia de Santiago. Villafranca del Bierzo.

El ábside se compone de tres paños separados por columnas adosadas, y en cada paño una ventana de medio punto que apean sobre dos columnillas, en cuyos capiteles podemos observar diversas figuras como son aves, animales fantasticos y una pareja abrazandose. El ábside esta construido con sillares desiguales y en sus arcos destaca la decoración conocida como "taqueado jaques" Una moldura horizontal corre por la totalidad del ábside por debajo de las ventanas.
Se cubre la iglesia con techumbre de madera a dos aguas y sobre ella cubierta de lajas de pizarra todo ello fruto de una moderna restauración.
Dispone de una capilla y una sacristía, añadidas en el siglo XVIII, en su lado sur.
La iluminación de la iglesia se consigue por siete ventanas con arcos de medio punto, tres en cada uno de los muros laterales y la septima sobre la fachada principal.


  Iglesia de Santiago. Ábside. Villafranca del Bierzo.

Es un Templo sencillísimo de una sola nave con Capilla Barroca del S. XVIII en un lateral de la Iglesia. Construída con sillares desiguales resulta interesante su ábside con tres ventanas decorados sus arcos con el conocido "Taqueado Jaqués".
Destaca en el exterior su portada norte llamada "Del Perdón", constituyendo un magnífico ejemplo de escultura dentro de la provincia de León; sus arquivoltas algo apuntadas tienen decoración de media caña laas dos primeras la tercera motivos vegetales y la última un apostolado que remata en el centro con un Pantocrátor. Sus capiteles representan la Crucifixión, los Reyes Magos, la Epifanía, hojas de acanto, animales fantásticos… Ya en el interior, podemos admirar un valioso Crucifijo del S. XIV.

         Iglesia de Santiago. Villafranca del Bierzo. 
Portada del Perdón.
Arquivoltas de la portada del Perdón. En el centro Pantocrator.

Dentro de la Capilla Barroca, en su retablo, se cobija la talla de la Virgen de las Angustias, S. XVI, que constituye un paso muy representativo de la Semana Santa villafranquina. En el mismo retablo aparecen escenas de la Pasión de Cristo.
Existen en la Iglesia además otras tallas: la Virgen del Carmen, Santiago, San Blas y Santa Agueda.
Finalmente su portada de acceso es muy simple formada por tres arcos sin columnas.

CASTILLO

Fue en el año 1486 cuando se creó el Marquesado de Villafranca, por disposición de los Reyes Católicos.
Según documentación hallada y de acuerdo con los restos que todavía quedan, se sabe que aquí hubo otro castillo conocido con el nombre de "Fuerza". Se conservan las siguientes palabras de 1515: "abeis comenzado a labrar una fortaleza en la villa de Villafranca en un sitio antiguo en que solía aver cierta manera de fuerza". Doña Juana, hija del Conde de Lemos, concedió permiso para levantar la nueva fortaleza, que es la que hoy existe.

Castillo. Villafranca del Bierzo.

El Castillo fue contruido por la familia de los Álvarez de Toledo en 1490, primeros marqueses de Villafranca, y más concretamente por Pedro de Toledo.
Hoy día el castillo es propiedad de doña Maria Manuela Caro y Carvajal, hija del conde de Peñarramiro y esposa del famoso compositor y director de orquesta, Cristóbal Halffter.
Aunque de origen bajomedieval su actual estructura corresponde prácticamente al siglo XVI.
Es de planta cuadrangular y poseé cuatro torreones en sus ángulos que apenas sobresalen de la altura del castillo. Esta construido fundamentalmente en mamposteria, usando pizarra y otros elementos. Es caracteristico por su poca altura y el grueso de sus grandes torres.

Castillo. Villafranca del Bierzo.

 El castillo consta de tres pisos en los que están distribuidas las diferentes dependencias. Las cuadras están en los sótanos.
Los cubos de tres plantas, abiertos por medio de sencillos ventanales relativamente modernos. Una cornisa de arquillas de ladrillo corona estos cubos, asemejando matacanes sólo decorativos que sostienen un débil parapeto con simuladas almenas. La cubierta de las torres -otro dato muy peculiar- está realizada a base de chapiteles de pizarra con formas puntiagudas, dificilmente comparables con las de ningún otro edificio de esta naturaleza.
Como se ha dicho la conservación de este castillo es bastante satisfactoria. La fachada noroeste conserva los antiguos merlones rectangulares, característicos del renacimiento, perfectamente emplazados para utilizar armas de fuego; no ha corrido igual suerte un recinto irregular más antiguo, que arrancaba del lado de dicha fachada en dirección al río, del cual apenas quedan señales, creyéndose, con fundamento, que pudiera tratarse de los restos del primer castillo. Otra de las particularidades de este recinto es que cuenta con una terraza de naves abovedadas, destinada a una plataforma para cañones.
El castillo tiene tres pisos con sus correspondientes sótanos, y en buena parte está recubierto por un tejado de pizarra a dos aguas, con ciertas reminiscencias escurialenses, cosa poco repetida en los castillos españoles. Los pisos de la torre son de madera, realizándose la entrada por un pasadizo, desde el patio.
Su puerta principal se encuentra realizada en ladrillo y encima encontramos el escudo de don Fadrique Toledo y Osorio, tercer marqués de Villafranca del Bierzo. Otros escudos repartidos por el castillo son los de Zuñiga, segundo marqués de Villafranca, el de Osorio, de Luis Pimentel Pacheco, primer marqués de este linaje, casado con Juana Osorio y Barazán, y finalmente el del conde de Benavente fallecido en 1461.

Castillo. Villafranca del Bierzo.

Se asemeja mas a una tipólogia castillo-palacio que a un castillo-fortaleza.
Fue destruido durante la guerra de la independencia por los ingleses y usado como prisión. Posteriormente fue reconstruido a finales del siglo XIX por el conde de Peñarramiro, propietarios del castillo en ese momento.

PATRIMONIO NATURAL DE VILLAFRANCA DEL BIERZO.


El medio natural de Villafranca y su área de influencia atesora una enorme riqueza y diversidad debido a su situación en la confluencia de dos regiones biogeográficas que aquí se entremezclan armónicamente, la eurosiberiana, simbolizada por las lluvias atlánticas, las brumas, los robles, abedules y acebos y la mediterránea, más cálida y seca, en la que reinan las encinas, alcornoques y madroños.
Desde las frías y escarpadas cumbres de Pedra Cabalar, Pena Rubia, Tres Obispos y Corno Maldito hasta las suaves colinas de viñedos, a través de los distintos pisos bioclimáticos, el paisaje se va transformando con sorprendente naturalidad.
Tierras de montaña, de verdes valles y cristalinos ríos, arroyos y fuentes, que constituyen un conjunto paisajístico, botánico, fáustico y humano de enorme riqueza y atractivo. El secular aislamiento y la voluntad de sus gentes, han mantenido relativamente intactos unos ecosistemas naturales, bellos, diversos y un patrimonio arquitectónico y cultural único.
Bosques de ribera que se mezclan en armonía con los aprovechamientos humanos tradicionales. Encinares y alcornocales en los que se sigue aprovechando el corcho. Viejos y ancestrales bosques “morteiras" en las cabeceras de los valles, sustentando un impresionante tesoro biológico. Lleras y penedos que conforman un paisaje mágico.

Villafranca del Bierzo.

Estos magníficos enclaves acogen pueblos hospitalarios llenos de singularidad y armonía con su entorno, rodeados de belleza y de paz, que aún conservan mitos, leyendas y costumbres más cercanos a la tierra. Sus habitantes, pastores, agricultores y artesanos, han ido modelando a través de los tiempos, un complejo entramado de praderas, huertos, sendas, pastos de altura y brañas. Estas últimas, como las Alzadas de Villar o Campo del Agua, son alojamientos estivales para ganados y pastores, desde tiempos inmemoriales.
El árbol, presente en todos los paisajes, enraizado en la cultura popular, sombra y orientación para el caminante o presidiendo las plazas y lugares de culto. Los grandes árboles, símbolos asociados a la inmortalidad, testigos de otros tiempos.
En los soutos de nuestros pueblos sobreviven castaños monumentales, aquellos que durante siglos alimentaron a personas y bestias. Ejemplos como el Mirandelo, de Pobladura de Somoza, visible desde toda la hoya berciana, el verrugoso de Porcarizas o el Campano de Villar de Acero, considerado como el más grande de la Península.
En las cabeceras de los valles, bosques húmedos, acariciados por las brumas, como los de A Morteira dos Camposos, Barantés, Rodimeo, Morteira de Pedra Cabalar. Últimos reductos de las selvas originales que un día poblaron estas tierras, esconden en su interior grandes ejemplares de robles, pradairos, abedules, capudres, tejos y acebos.
Refugios de la fauna de la Cordillera Cantábrica, aquí sobreviven criaturas emblemáticas como el oso pardo, lobo, urogallo, pito negro, jabalí, corzo, ciervo, rebeco, águila real y culebrera, búho real, perdiz pardilla, lagarto verdinegro y lagartija colilarga.
Valle abajo, En Puente de Rey, existe, magníficamente conservado, por sus habitantes, a través de generaciones, un bosque mediterráneo de encinas, sufreiros (alcornoques) y madroños, del que hasta tiempos recientes, se obtenían por arcaicos procesos artesanales, carbón vegetal y corcho.
Y el rió Burbia, vivo, cristalino y multicolor, auténtica columna vertebral, arropado por sus bosques de ribera rebosantes de humeiros, álamos, fresnos y salgueiras, regalando vida, sensibilidad y belleza a todo este variado ecosistema.
En este relato no podemos olvidar el arbolado urbano, que por su significación y belleza merece especial atención.

Rio Burbia. Villafranca del Bierzo.

En Villar de Acero, Teixeira y Porcarizas se pueden contemplar varios Tejos de buen porte integrados en el caserío, como símbolos ancestrales de eternidad, protección y sabiduría.
En la campa de Fombasallá, situada en un monte de Paradaseca, desde donde se divisa todo el Bierzo, tres enormes pradairos –arces- custodian una vieja ermita en un lugar de culto ancestral.
Ya en Villafranca, el Ciprés del Convento de la Anunciada, auténtico hito en el paisaje, es el más grande y viejo de España. Testigo vivo de los últimos cuatro siglos de la historia del Convento y de Villafranca. La Glicinia de la antigua fábrica de alcohol es todo un espectáculo con su desbordante floración primaveral, así como los monumentales magnolios del jardín de la casa Luna-Beberide.
Y en el corazón de la Villa, El romántico jardín de La Alameda, con el recuerdo de los viejos olmos desaparecidos, refleja un bello deseo de recrear la naturaleza añorada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario