EQUIPAMIENTO(CONSEJOS)

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EL CAMINO DE SANTIAGO. CONSEJOS

     Aunque consideramos de gran interés todos los consejos que se irán desgranando en las sucesivas páginas de este informe, de manera breve indicamos el material imprescindible que cada participante deberá proveerse para esta ocasión:

ASISTENCIA.- Durante todo el trayecto nos acompañará el autobús, dotado de botiquín de urgencia y de material necesario. Cada alumno debe viajar con la medicación personal, en caso de necesitarla. Así mismo, daremos cobertura con un seguro de accidentes a cada uno de los alumnos.

MATERIAL: Uniformidad deportiva con recambio para 7 días, (calcetines, ropa interior y de diario), saco de dormir y aislante, ropa de abrigo, impermeable-chubasquero, calzado deportivo, cantimplora, mochila mediana, gorra,  chanclas de piscina, bañador, pijama, bolsa de aseo personal y toalla.

I. HACER EL  CAMINO.
1. Entrenamientos previos al camino de Santiago.


Ya hemos tomado la decisión y, por tanto, tenemos que empezar rápidamente con los entrenamientos.  

Al Camino, dentro de lo posible, tenemos que ir a disfrutar de lo mucho que tiene, nos tenemos que concentrar en él y su filosofía, que la tiene, y muy rica por cierto, y olvidarnos de la fatiga, ampollas y pies... y sobre todo... del estrés que hemos llevado las últimas semanas de exámenes, del Colegio (por unos días).

Si no estamos muy acostumbrados a andar, al principio deberemos empezar con paseos cortos, que se irán alargando progresivamente, especialmente los fines de semana, si es posible con salidas al campo, incluso al monte, para habituarnos a las subidas y bajadas que, aunque no son nada complicadas,  no estamos acostumbrados a caminar con ciertos desniveles..., hasta que lleguemos a dominar la distancia que creemos será la de las etapas a realizar.

       Es muy distinto hacer un sábado o domingo unos Kms. llegar a casa, ducharnos, dormir en nuestra cama y al día siguiente seguir con la vida normal, rutinaria, sin apenas actividad ni ejercicio físico notable,  que hacer varios días seguidos, una marcha continuada. También  es cierto que las etapas que haremos serán llevaderas y no muy largas. Sería conveniente en los últimos fines de semana, tratar de andar viernes, sábado y domingo.

       No obstante, para los que no hayan tenido posibilidad de entrenarse antes de empezar, indicar que el mejor entrenamiento es la propia realización del Camino, pero que en su caso, deberán empezar de forma muy suave y, poco a poco, aumentar las distancias, tal como haremos (-además de que ya hemos hecho algunas salidas, Vía Verde de Bullas a Caravaca; Barrancos de Leiva en Sª Espuña; Majal Blanco-Pico del Águila en la Sª de Carrascoy-, la primera caminata sólo será de 6 kms de Castrillo de Polvazares a Astorga), en la seguridad de que el propio cuerpo nos avisará si estamos actuando correctamente.

    
2. Elegir la época para hacerlo.

       Puesto que podemos elegir la época o mes para hacerlo, cada cual tiene su encanto, pero nos inclinamos por la primavera (o el otoño); finales de abril, mayo, junio, septiembre, son meses espléndidos, con días larguísimos, sin los rigores del calor del verano, y, además y quizás lo más importante, con muy pocos peregrinos, pues debe tenerse en cuenta que prácticamente el 75% lo hace en los meses de julio y agosto, con lo que supone de masificación, mientras nuestra opinión es que en realidad se trata de Camino de búsqueda, soledad y silencio.

          Es nuestro caso pues el Camino lo realizaremos entre los días 5 y 12 de junio, fechas idóneas según la valoración realizada anteriormente.

3. Distribución de las Etapas.

      Realizaremos unas etapas escogidas por su singular trazado.

     Discurren por la provincia de León (la 1ª, 2ª y 3ª etapas), en la Comunidad de Castilla-León, y por las provincias de Lugo y A Coruña (la 4ª, 5ª y 6ª) en la Comunidad de Galicia.
      
     Son etapas relativamente cortas y con escasa dificultad, salvo la 3ª en la que tendremos nuestra “prueba de fuego” con la ascensión a O Cebreiro, superando un desnivel de 719 m.

     Desde el punto de vista natural, apreciaremos y disfrutaremos del paisaje y los espacios naturales propios del clima oceánico o atlántico, muy distinto a los que estamos acostumbrados a ver en nuestra región (sobre este aspecto referido a los paisajes naturales y otros no menos apasionantes como la cultura, el arte, la historia, las tradiciones... del Camino, trabajaremos en equipo durante estas semanas previas).


    Casi diríamos que el reloj deberíamos dejarlo en casa, y, por tanto, también las prisas; tener la "obligación" de llegar a determinado punto, suele ser una causa de muchos desalientos y abandonos. 
      La improvisación no debe existir antes de comenzar el Camino, pero, una vez en él, resulta hasta más apasionante.
  
    Aunque tendremos asegurado pernoctar en albergues, resulta un verdadero placer y una experiencia inolvidable “dormir bajo las estrellas” si las condiciones climáticas no son desfavorables. Desde luego sí podremos disfrutar de unos cielos limpios... ensoñadores.

4. Técnicas para caminar.

   Si tenemos costumbre, sobran los comentarios, pero para quien no la tenga, indicamos que es conveniente, por supuesto dependiendo de múltiples factores (edad –la vuestra es magnífica para iniciarnos en esta apasionante actividad-, peso corporal, peso de la mochila, etc.) empezar suavemente, nunca con prisas, hasta que el cuerpo se caliente. Cuando se acelere, con marcha regular y continua, con paso suave y rítmico.


      También es conveniente antes de empezar a andar, realizar algunos estiramientos, especialmente de las piernas, colocándonos con las manos contra la pared, e ir apoyando paulatinamente toda la planta de los pies, hasta notar una cierta tensión detrás de las rodillas, a medida que el cuerpo se va acercando al suelo. 

     Es muy posible que el propio Camino nos obligue a realizar paradas muy frecuentes, para ver algún monumento o iglesia, realizar cualquier pregunta, sacar alguna foto, etc., pero, en principio, deberíamos descansar cuando menos diez minutos cada hora u hora y media, o más si fuera necesario. No obstante, el mismo cuerpo, la climatología o cualquier otra circunstancia, nos lo indicará o pedirá.
   
   
      Mientras se camina hay que mantener siempre un paso que nos resulte cómodo, que nos permita sin ningún tipo de esfuerzo poder mantener una conversación. Caminar tiene que llegar a ser tan natural como respirar, que lo hagamos sin darnos cuenta. 

    En terreno llano, vayamos con nuestro paso normal, ni demasiado largo ni demasiado corto; en las subidas, puesto que no tenemos prisa, con más corto y lento, acaso aflojándonos el cinturón de la mochila para poder respirar mejor -aunque la nuestra apenas llevará carga o peso-,  y apoyando el pie con la totalidad de la planta en el suelo, para evitar sobrecargar determinadas zonas.   

      En las bajadas y siempre que el piso nos lo permita, con paso largo y rápido, clavando bien los tacones y quizás apretando un poco más la mochila a la cintura para que nos descansen los hombros. 

    Terminaremos dando sobre un millón de pasos, pero no tenemos que descuidar ninguno y ver dónde ponemos el pie; un solo paso mal dado... una torcedura, un esquince, un mal rato... nos puede obligar a retirarnos con el consiguiente disgusto; por tanto, especialmente cuando vayamos por terrenos accidentados, de piedra suelta o guijarro, deberemos estar atentos al pisar. 

     Por supuesto, como iremos  en grupo, si alguno de nuestros compañeros que tenga el paso más rápido, no debemos tratar de seguir su ritmo, pues en sólo unas horas, nos puede dejar destrozados; será conveniente, por tanto que, ¡el que más ande, se coloque el último y no marque el ritmo!

   Es conveniente ayudarse tanto en las subidas como en las bajadas con el bordón –si no es muy conveniente llevar un bastón de trekking- que, además, hace menos monótono el andar.

5. ¿Sólo o en grupo?

    Sin dudarlo, quienes hemos hecho algún  tramo del Camino o todo él,  aconsejamos que  se realice en solitario. La experiencia del Camino se basa en el "encuentro", y precisamente cuando alguien quiere marchar en solitario es cuando se va abierto a todo aquello que, en éste caso el Camino, nos puede aportar. Además, a lo largo del mismo siempre tendríamos  todo cuanto necesitáramos.
 
    En el Camino de Santiago nunca te encontrarías desamparado y, día a día, conocerías a otros muchos peregrinos y gentes de los lugares que recorras. Así pues, marchar en solitario hace ser más receptivo y facilita el trato con los demás. Por otra parte, gozaríamos de plena autonomía a la hora de planificar etapas y tomar cualquier otra decisión.

   Conviene subrayar que la preferencia en los refugios la tienen los peregrinos en solitario. Es fácil comprender: sí hay que volcar la tradicional hospitalidad jacobea, esto hay que hacerlo sobre el más débil, que es quien camina sólo. Al pernoctar en los refugios, los grupos deben respetar las normas del lugar así como el descanso y la convivencia con el resto de los peregrinos.

    Los grupos no son un mundo aparte. Procuraremos integrarnos con el resto de los peregrinos, pero debemos hacer notar que aquellos tienden a vivir “al calor de su identidad”. Eso no es bueno, pues la riqueza del Camino brota por doquier, y el grupo debe establecer una apertura real a los demás aunque ello suponga una leve pérdida de identidad.

    Por ello, como lo realizaremos en grupo, sí aconsejamos no “perder de vista” cuanto vaya pasando a nuestro lado, cuanto vayamos contemplando, incluso.... “sumiéndonos en nuestros mundos”.


6. Climatología en el Camino de Santiago.

    En el apartado 2. "Elegir época para hacerlo", ya hemos dado una ligera pauta de cuál es la mejor época del año para lanzarse al Camino, primavera y otoño, pues las temperaturas son suaves.


   No obstante, aunque nuestro viaje ya está programado,  con las múltiples alteraciones climáticas que estamos sufriendo en los últimos tiempos, es muy arriesgado por nuestra parte indicar o aconsejar sobre este asunto. Por este motivo consideramos que lo más apropiado es facilitaros las páginas web que hemos considerado más serias y fiables y animaros a que las consultéis y saquéis vuestras propias conclusiones.
 
 
    No sin daros una última recomendación en este sentido, la lluvia, el viento o la nieve no tienen por qué ser siempre un elemento de riesgo en el Camino, bajo estas condiciones la percepción del Camino y las sensaciones en la peregrinación se tornan a un estado diferente, no siempre desagradable y que con buen equipo y ganas permiten disfrutar las etapas del mismo modo.

    En los siguientes enlaces tenéis toda la información sobre el tiempo:

7. Cada día, antes de partir....

  Es conveniente que leamos detenidamente la información que se nos vaya facilitando, y que nos informemos de todo lo que pueda ser de interés sobre la etapa, incluso teniendo en cuenta posibles modificaciones. Si lo hacemos así, aprovecharás mejor tu tiempo y no perderás nada de lo que consideres interesante.
II. SALUD.
1. Cuidado de los pies.

    Desde el primer día de entrenamientos, tenemos que dedicarles una atención especialísima, pues son ellos los que nos tienen que llevar a Santiago, y si los mimamos, nos llevarán sin ningún problema.

    Es importantísima la higiene y lavado de los pies; por tanto, al terminar la etapa del día, caso de no poder ducharnos, cuando menos deberemos lavarlos cuidadosamente.

    Para evitar las ampollas, todos los días antes de comenzar a andar, les aplicaremos un poco de vaselina, especialmente en y entre los dedos, planta y talón.

   Todos los días, después de darnos la vaselina, bien limpios, ponernos los calcetines de algodón sin costuras, si llevamos zapatillas, y si llevamos botas, además de los de algodón, otro par de lana, también bien limpios, pase lo que pase.
   


   Caso de ampollas, los médicos no lo aconsejan por entender que es un sufrimiento innecesario, pero es muy efectivo: quemar una aguja de coser para esterilizarla, y atravesar la ampolla con la aguja en la que previamente habremos enhebrado un hilo, dejando el hilo dentro de la ampolla para que drene, y cortándolo por los extremos a un par de centímetros de la ampolla (estos u otros cuidados serán imprescindibles para culminar nuestra aventura).  En todo caso, como nos acompañará un sanitario, él nos aliviará, a buen seguro, estos “inconvenientes”.

    Recordar también que no es conveniente ducharse antes de empezar a andar, especialmente con agua caliente y durante mucho tiempo, pues la piel de los pies se queda arrugada y es más propensa a las ampollas.

    Por el contrario, ningún inconveniente en cuanto a refrescar los pies en una fuente o riachuelo por corto espacio de tiempo, teniendo la precaución de secarlos muy bien; la mejor forma es que se sequen al aire.

2. La alimentación en el Camino.

Lo que sí es seguro es que estamos realizando un esfuerzo mayor que en nuestra vida normal y quemando más calorías, por lo que en absoluto debemos comer menos o aprovechar el Camino para perder unos "kilitos".

La alimentación la tenemos que llevar con seriedad, así como la ingestión de líquidos. En nuestro caso será suficiente para  emergencias, unos frutos secos, chocolate... y agua.

   Al desayuno y comida no hay que darles más importancia que la que tienen: tenemos que comer, pero no ser tan estrictos con las horas; no pasa nada si desayunamos a las 12 o comemos a las 5 de la tarde; para eso tenemos los frutos secos.
   


    En cuanto a las bebidas, tres cuartos de lo mismo, incluso entendemos que no hace falta cantimplora; el mayor recorrido sin agua podría ser de 15 km; lo que tenemos que hacer es repostar o beber agua "a tope", sin pretender que vayamos a encontrar agua cuando tengamos sed. Por tanto, hay que beber agua, especialmente en verano, hasta saciarnos.

    No obstante, para las personas que se apuran si no llevan agua, existen unas cantimploras-termos que mantienen bastante bien la temperatura. Otra solución más pragmática, ir rellenando una botellita pequeña de agua.

   Además hay agua en todos los pueblos, y en caso de necesidad se puede pedir en cualquier casa y tendremos oportunidad de conocer la amabilidad de las gentes del Camino.

3. Como combatir la fatiga.

    No nos tiene que asustar la fatiga: a medida que recorremos el Camino, comprobamos la maravilla del cuerpo humano. Cuando por la noche nos acostamos muy cansados, aunque fuera en el duro suelo, nos resultará increíble comprobar al día siguiente que estamos nuevos; el reposo nos ha devuelto todas nuestras fuerzas y cada día nos afectan menos los kilómetros.

    Unos masajes en las piernas, dados por nosotros mismos, son de agradecer; por otra parte, no es obligación descansar sólo en  los refugios, en todo momento tenemos que hacer lo que el cuerpo nos pida. Y, aunque nuestras etapas no serán muy largas, si nos pide descansar, no tenemos más que tumbarnos, cualquiera que sea la hora del día, especialmente después de comer, a la sombra de un árbol, a la orilla de un río, o donde se pueda.

   Hay que descansar cuando no estamos excesivamente cansados para tener una buena recuperación; si llegamos al agotamiento, la recuperación será mucho más lenta y problemática.


    Cuando, en otra ocasión, hagáis todo el Camino, si nos encontramos muy cansados, deberíamos incluso descansar un día completo por semana. Burgos y León podrían ser buenas excusas para descansar.

    Aunque no será nuestro caso, pues la etapa más larga es de 22 km, es muy recomendable, especialmente si se realizaran jornadas de 30/40 Km., tomar durante o al final de la etapa, alguna bebida energética que reponga las sales minerales perdidas.

   Es también muy importante para evitar el cansancio muscular, beber mucho líquido y, lo repetimos una vez más, aunque no será nuestro caso, el peso de la mochila hay que limitarlo.

Lo ideal es no llegar nunca al límite de nuestras fuerzas.

4. Medicina Peregrina.
    
    Aunque contaremos con la inestimable ayuda de un sanitario que llevará todo cuanto sea necesario para cualquier contingencia que nos pueda surgir –ampollas, agujetas, pequeñas heridas, resfriados, dolor de cabeza, cansancio...- y nos atenderá cuando sea necesario, seguro que durante el Camino será la persona a la que acudiremos con total  admiración, los artículos indicados en el apartado III.  Material-Equipamiento, -tijeras, esparadrapo, etc.- deberíamos llevar o conocer para las distintas situaciones que se nos puedan presentar en otras ocasiones en que realicemos el Camino:

    Aguja estéril, de las que se utilizan para inyecciones, que se puede reutilizar -pero nunca intercambiar agujas ya utilizadas-, tiritas, uno o dos apósitos de gelatina, spray para los dolores musculares, analgésico tipo Paracetamol, antiinflamatorio, antibiótico, anti fúngico.

A. COMO CURAR UNA AMPOLLA.

   Tan pronto se detecte una ampolla, debe uno pararse y hacer una primera cura para evitar que se haga más grande y moleste más. Esta primera observación será imprescindible trasladarla al sanitario:

Pinchar la ampolla con la aguja hipodérmica y conseguir que drene bien hasta que se vacíe del todo. Pincharla significa atravesar solamente la piel por uno o dos puntos. nunca cortar la piel, que va a servir de protección a la zona lesionada.

Colocar un trocito del apósito de gelatina encima de la ampolla, ya sin líquido, que va a aliviar el escozor y a servir de almohadillado.

Poner una tirita cuidando de que se acople bien, recortándola si es preciso.

Levantar esta cura cuando se termine la jornada y, después de lavados los pies y secados minuciosamente, se procederá de la misma forma que hemos descrito, volviendo a pinchar la ampolla si se hubiera vuelto a formar.

Al día siguiente, antes de comenzar la marcha, se procederá a hacer una nueva cura.



B. COMO CURAR EL "PIE DE ATLETA".

    El  "pie de atleta" es una micosis que aparece entre los dedos de los pies. Se caracteriza por la aparición de grietas, dolorosas o no. En cualquier caso, hay que tratarlas.

    Después de lavados los pies y bien secos, se aplicará entre los dedos Canestén Spray o Dactarín en polvo y se dejará secar al aire.

   Una vez secado el Canestén, se pueden poner los calcetines, siempre de algodón. No se aconseja la utilización de pomadas, porque mantendrían una humedad entre los dedos que es de la que se aprovechan los hongos para crecer.

   Esta misma operación se realizará antes de iniciar la marcha y al terminar la jornada.

C. COMO TRATAR UNA TENDINITIS.

     En nuestro plan de realización del Camino no será el caso, pero, caminando una media de 30 Kms./día y cargando una mochila de 11-14 kg., es normal que aparezcan tendinitis. Si acudes a un médico, te aconsejará que dejes el Camino y que te vuelvas a casa a hacer reposo. Pero esto no siempre has de seguirlo al pie de la letra, tú mismo has de ser tu propio médico.
     Las tendinitis duelen, así que, si no puedes resistir el dolor, has de tomar un analgésico del tipo Paracetamol y untarte la zona con pomada antiinflamatoria varias veces al día.
    Tomar además un antiinflamatorio en caso de que esté inflamada la zona. Siempre con el estómago lleno y en las dosis que se prescriben.
NOTA: NO INGIERAS NUNCA COMPRIMIDOS DE ESTE TIPO EN AYUNAS.

D. COMO TRATAR UN TIRÓN MUSCULAR.

    Se procederá como en el caso anterior.

F.  COMENZAR A TOMARSE UN ANTIBIÓTICO.

Tipo amoxycilina (Clamoxyl o similar). La dosis será de 500 mgr. cada 8 horas de reloj, no tres veces al día, aunque parezca lo mismo.

 El tiempo de duración del tratamiento, una vez se comienza, será al menos de 10 días, aunque ya antes se haya controlado la infección. Por supuesto, los que sean alérgicos a la penicilina han de tomar Pantomicina, también 500 mgr. cada 8 horas.

Si existe dolor, se puede tomar además un analgésico como el Paracetamol.

G. NO ES NECESARIO TOMAR NINGÚN ANTIBIÓTICO.
      
         Pues todo se resolverá una vez esté controlada la infección y no se pone el estómago a prueba.

         Una vez estés de vuelta, deberás acudir al dentista.

H.  COMO TRATAR UN RESFRIADO.
    
     Es algo que no suele ocurrir en el Camino, pues no hay nada más saludable que el aire libre: los virus son propios de las ciudades.

     De todas formas, si te resfrías y tienes malestar, puedes tomarte un Paracetamol. Estornudar no quiere decir resfriado, ya que a veces se irritan las mucosas por el polvo en suspensión, ciertas alergias...

   Si ya te sabes alérgico, entonces deberás ir provisto de lo que sueles utilizar: un antihistamínico o antialérgico será suficiente.

I.  COMO TRATAR LAS PICADURAS DE INSECTOS.

     No hace falta hacer nada, ya se trate de un tábano o de un mosquito. Si tienes mucho malestar o eres muy sensible a las picaduras, deberás ir provisto de un antihistamínico o una pomada.

     Para picaduras de insectos en general, existe en las farmacias algo que lleva amoníaco, que va muy bien.

   En el caso de que fueras alérgico a la picadura de las abejas, no te olvides en casa el antisuero correspondiente, no fueras a tener la mala suerte de encontrarte con una justamente en el Camino.

J.  COMO TRATAR UNA DIARREA.

    Puede aparecer diarrea porque se coma algo en mal estado o porque se beba agua contaminada.

    En este caso, y aunque se trate de una diarrea de tipo infeccioso, lo mejor es hacer reposar el intestino, no ingiriendo comida. Sí es muy importante beber abundante agua y sales.

   Existen preparados en la farmacia que lo llevan todo, pero también se puede preparar en casa: en una botella de litro y medio de agua se pondrá el zumo de un limón, una cucharadita de azúcar, una cucharadita de sal y una cucharadita de bicarbonato y se irá bebiendo a pequeños sorbos.

   Por supuesto, si ocurre una diarrea de este tipo, vaya o no acompañada de vómitos, es obligatorio quedarse a descansar o utilizar el coche para no perder a los compañeros.

   También puede aparecer diarrea si se tiene intolerancia a ciertos alimentos. En este caso puede estar relacionada con la ingestión de leche sin hervir o cuando se come determinada fruta en exceso: melón, sandía, uvas....

    En este caso, es suficiente con saber de qué se trata y eliminarlo de la dieta. No se necesita hacer nada más.

K. REMEDIO CONTRA EL ROCE CONTINUO DE LA ROPA INTERIOR O DEL PANTALÓN.

    Al andar, por el continuo roce de la ropa interior o de los pantalones, pueden aparecer irritaciones en la zona anal o inguinal que se pueden convertir en verdaderas heridas sino se ataja el problema a tiempo.

    Una solución sencilla, barata y eficaz es mezclar en un vaso dos dedos de aceite con un chorro de agua y remover hasta conseguir una mezcla parcial de ambos elementos. Aplicar con un trocito de papel higiénico o kleenex en la zona dañada y dejarlo que surta efecto durante toda la noche.

     Al día siguiente el dolor y el roce habrán desaparecido.

III. MATERIAL. EQUIPAMIENTO.
1. Equipamiento recomendable para peregrinos a pie.


Esta relación de material y equipo –al menos la mayor parte-  será necesario para la realización del camino sin el apoyo del que nosotros contaremos (autobús).

Te facilitamos a continuación una lista con el equipo básico recomendable que te aconsejamos lleves al Camino.



Esta relación debes hacerla tuya como referencia que es, y en base a tus necesidades y posibilidades y a la época del año en la que pretendas acometer tu aventura, adaptarla según lo consideres:  
Mochila de apoyo.  Necesaria en nuestro caso para poder llevar agua, algún fruto seco y el chubasquero. Igualmente nuestra documentación, credencial...
Mochila. (Dedicaremos un apartado más abajo). Sería nuestra “maleta” de viaje. Es conveniente que lleve departamentos de acceso rápido, para el agua y es de estimar que lleve impermeable para mochilas, mejor si es ajustable, y si dispone de asas para el descanso de manos y tiras para colgar el saco y la esterilla, por supuesto debe contar con cierre en cintura y pecho. En nuestro caso será suficiente con una mochila media para poder llevar una botella de agua, algún fruto seco y el chubasquero.
Saco de dormir. Y esterilla aislante, siempre le podrás sacar utilidad, para descanso de los pies, como almohada, como reposo para una siesta ...
Sombrero o gorra. Con visera o alas, procura que te proteja del sol, tanto de frente como por la nuca.
Pañuelo para cuello. Refrescará ante el calor, cubrirá la cara si hay polvo y puede ayudar a hacer un torniquete o como muñequera.
Gafas de sol.
Nikes o similares . Camisas, polos, camisetas técnicas, etc. Debes tener en cuenta el peso y ocupación de las mismas, la facilidad de lavado y rapidez de secado, es una prenda de la que, dependiendo de tu sudoración, te mudaras a diario.
Jersey. Los polares ocupan poco y pesan menos, protegen del frío y son sufridos.
2 Pares de pantalones. Uno, el puesto, para andar (cortos o largos según época); también son muy utilizados los desmontables; y otro de repuesto y de uso para los finales de etapa y los desplazamientos de ida y regreso a casa.
Chubasquero. De los finos o gordos según época de año, cortavientos o similar. Tener en cuenta que el espacio que debe ocupar mientras que no se utiliza debe ser mínimo, al igual que su peso.
Capellina. Esta prenda solo es recomendable si se prevé hacer el Camino en época de lluvias, mientras tanto podemos servirnos simplemente del chubasquero. Como cuidado especial de la capellina se debe procurar que cierre perfectamente por los laterales, evitando que en caso de viento se convierta en una vela y se enganche con ramales y arbustos, además de que nos vaya frenando el paso.



Pares calcetines:  al menos 1 par por día y 100% de algodón, si es posible sin costuras. En la actualidad la técnica en este tipo de prendas ha adelantado mucho, pueden encontrarse de todo tipo. Sobre ellos hacemos la misma recomendación que con las camisetas, y por el mismo motivo; es más, es bastante probable que tengamos que mudarlos varias veces al día, dependiendo del estado de humedad de nuestros pies. Estos es altamente recomendables mantenerlos secos en lo posible, evitando de este modo la aparición de ampollas.
Camisetas: 1 por ruta.
Prendas de ropa interior. Con las mismas recomendaciones que para camisetas y calcetines. Las chicas pueden disponer de "braguitas de papel", ocupan poco espacio, pesan menos y son desechables.
Botas, o calzado de trekking. También existe mucha variedad actualmente. Como consejo altamente recomendable: Haberlos utilizado lo suficientemente antes de partir como para que sean cómodos, no produzcan rozaduras y no requemen demasiado los pies; como decíamos anteriormente, los pies del peregrino son el objeto más valioso del que dispone; mimarlos es fundamental.
Chanclas para la ducha y para andar cómo al finalizar la jornada, pueden ser de dedo o de cintas, estas últimas pueden utilizarse con calcetines.
Comida, algunos frutos secos, pasas, higos, nueces y, según la época, chocolate, pero siempre para emergencias.

. NOTA: La carga máxima total, incluyendo la mochila no debería sobrepasar el 10% de nuestro peso corporal.

2. Equipamiento recomendable. Botiquín. Aseo.

A. Botiquín.


        Aunque, nuevamente, nuestro botiquín irá perfectamente equipado y bajo la supervisión del sanitario, los medicamentos que indicamos a continuación son orientativos para nuestra “aventura en solitario”. Desde luego es preferible asesorarse previamente y correctamente para tener certeza y sin problemas de contraindicaciones o efectos secundarios sobre qué cada uno necesita o precisa, No obstante consideramos que los siguientes artículos que indicamos pueden ser de utilidad. Esto no quiere decir que haya que llevarlos todos, son repetimos, meramente orientativos.

Bicarbonato en pastillas.
Aspirinas/Paracetamol.
Crema analgésica. Contra el dolor muscular, etc.
Alcohol de romero. Para masajes musculares.
Compeed. apósitos para las llagas y ampollas.
Antiinflamatorios y Analgésicos.
Barra anti picaduras de bichos.
Betadine-Cristalmina.
Vaselina para los pies.
Jeringuilla, con aguja esterilizada para sacar el líquido de las ampollas.
Agujas e hilo para las ampollas.
Glucosport para prevenir agujetas y "pájaras".
Crema de protección solar aunque hay que tener cuidado al extenderla por la cara, ya que con el sudor puede resbalar por la frente y acabar irritándonos los ojos.

B.  Aseo.

Jabón El jabón lagarto sirve lo mismo para la higiene corporal que para lavar la ropa.
Imperdibles. Hacen las veces de pinzas, nos permiten llevar colgadas las prendas mientras se secan durante nuestra marcha, y multitud de usos más.
Cepillo de dientes de viaje, pequeño con la dosis de dentífrico suficiente para nuestro recorrido.
Hilo dental.
Peine, cepillo. Aunque lo preferible, al menos en los hombres es llevar el pelo suficientemente corto para evitar también el calor.
Toalla no es necesaria grande, incluso hay unas tipo Bayeta, seca más pronto.
Papel higiénico Es posible que falte en algún albergue y además nunca sabemos cuándo lo podemos utilizar, también sirve como pañuelo tipo kleenex.
Kleenex.

3. Estilo de vestir.


 La nuestra será una actividad multidisciplinar: físico-deportiva, medioambiental, geográfica, históricoa, cultural, convivencial... Pero no olvidemos que, también vamos a discurrir por lugares donde el espiritu religioso y espiritual estará presente en otros peregrinos, en esos lugares. En el apartado sobre equipamiento hemos señalado lo que puede considerarse como imprescindible o conveniente, adaptado al hombre en cuanto a las prendas, pero que se puede aplicar a la mujer sin problemas, y pensando en realizar el Camino en primavera, verano y principios del otoño.

(Caso de querer realizarlos en fechas que rozan el invierno, y teniendo en cuenta que muchos tramos del Camino discurren a alturas de unos mil metros, habrá que llevar prendas de más abrigo, guantes, gorro y pasamontañas, botas y prever que para secar la ropa, utilizar los albergues y demás, tendremos serias dificultades, pero la experiencia merece la pena, pues es un Camino totalmente distinto).

En cuanto al estilo, por lo que decíamos más arriba,  el Camino de Santiago merece un respeto, al margen de nuestras creencias religiosas, por lo que consideramos se debe vestir con cierta compostura, evitando prendas inadecuadas, sin que ello vaya en detrimento de la comodidad.

Sobre todo hay que guardar el respeto debido al entrar en las iglesias y templos, y que nuestro atuendo y compostura sea la debida; es posible que no confesemos con las creencias religiosas, en ese caso y si no estamos dispuestos a comportarnos con la educación mínima que se requiere, es preferible pasar de largo y no entrar en ellos.

Una seña de identidad del peregrino es ir limpios y aseados en lo posible, y aquellos que lo deseen llevar visible la vieira en la mochila o cualquier símbolo que nos identifique como peregrinos.

        Por supuesto, no es recomendable para nada llevar iPhon o móviles, iPad, auriculares... o elementos parecidos en el Camino; bastante los tenemos que soportar en nuestra vida habitual.

4. La mochila.

Capítulo especial merece la mochila, pues como ya lo hemos repetido, es la que nos puede originar mayores problemas en los pies.

Que sea cómoda, mejor anatómica y con sujección a las caderas, no a la cintura; si es también con bolsillos laterales, facilita grandemente su utilización e, incluso, si tiene dos compartimentos, podríamos utilizar el de abajo para guardar el saco, pues nos permite sacarlo sin tener que vaciar la mochila.
  
Se puede aprovechar este mismo compartimento para guardar la capa, pues así, caso necesario, la podremos sacar rápidamente.

"Hacer" la mochila tiene también su importancia: los elementos más pesados, colocarlos más cerca de la espalda. Y el gran misterio, el saco colocarlo en el fondo, para que amortigüe todo lo demás.

Es conveniente llevar los utensilios que guarden relación entre sí, en bolsas de plástico y de colores para poderlas distinguir.




Los artículos de más uso y poco volumen, en los bolsillos laterales, y en el bolsillo superior o cierre, la guía, credencial, documentación, etc.  

Atención a la mochila que debe estar equilibrada en cuanto a la distribución del peso y no ladeada.

Podemos "jugar" con la sujección a las caderas para descargar de vez en cuando los hombros, al apoyar la mochila en las mismas.

         Sería conveniente pesarla antes de salir, y si pesa más de lo recomendado, eliminar lo prescindible o aún lo imprescindible.

En cualquier caso, creemos necesario establecer un límite de peso para la mochila cargada; lo ideal sería como máximo el 10% de nuestro peso, que resulta difícil, por lo que aconsejamos 6/7 Kg. en el caso de las mujeres y 7/8 Kg. en el de los hombres.
         
La mayoría de los problemas de los pies, tendiditis y demás que se nos puedan presentar, serán como resultado de una mochila demasiado pesada. NO CARGARLA EN EXCESO.

5. El calzado.

Además de la costumbre, la época en que pretendamos hacer el Camino, será la que nos aconseje el tipo de calzado a utilizar.

En fechas normales, de mediados de abril a septiembre, podríamos hacerlo con zapatillas de deporte, eso sí, que tengan un piso relativamente grueso, y que sean acaso medio número mayores que el nuestro, y si son de horma ancha, mejor, pues el pie, con el  peso de la mochila, los kilómetros, calor, etc., se va deformando y ensanchando.  

De optar por botas, será suficiente con las de media montaña o de tipo trekking, a poder ser no muy altas de caña, pues terminan molestando.

Es muy interesante que desde el principio vayamos "haciendo" las zapatillas o las botas.

Tampoco hace falta llevar otro par de repuesto, ya que lo que pretendemos es eliminar el máximo peso de la mochila; lo importante es que cuando lleguemos a un albergue, tengamos algo seco para calzarnos, y esto lo podemos conseguir con las chancletas que también utilizaremos para la ducha.  

Si está lloviendo, no adelantaremos nada con cambiarnos; si escampa, el mismo ejercicio de andar terminará por secar el calzado.  


           Lo que en ningún caso debemos hacer, es estrenar el calzado en el propio Camino.

IV. QUÉ DEBES SABER.
1. Derechos de los Peregrinos.



Muy relacionado con la Filosofía del Camino para entender que, como personas, tenemos todos los derechos básicos de la misma, pero que, por el contrario, por el hecho de hacer el Camino, no tenemos en absoluto ningún otro derecho complementario.

Estamos realizando el Camino por nuestra propia voluntad, no podemos, por tanto, exigir nada a nadie, ni en los alojamientos ni en el trato con la gente. Si realmente necesitamos algo, nos lo ofrecerán sin que lo pidamos.

Hay que ser conscientes de que detrás de nosotros llegará otros peregrinos que quizás los necesiten más, y que, según cómo nos comportemos nosotros, se comportarán con ellos.

2. Señalización en el Camino.

     Otra de las cuestiones que preocupan al peregrino antes de salir, desconociendo cómo es el Camino, es si no se perderá.

     La señalización es suficiente, pues además de las indicaciones y mapas que te proporcionamos, en cada cruce tendrás una señal de pintura amarilla, o un trozo de plástico amarillo colgando de una zarza, o incluso las marcas rojas y blancas de las GR, muy abundantes en el Camino.



    Ya en Galicia, desde poco antes de Cebreiro, cada 500 metros, tienes un mojón de granito que te indica los Kms. que te quedan hasta Santiago y el paraje donde estás.  

    Y nos queda, por último, la mejor señalización, siempre que sea de día y esté despejado el tiempo: EL SOL. 

    El será nuestro guía a lo largo del Camino; por la mañana temprano nos dará en la parte izquierda de la nuca, a media mañana, en el brazo izquierdo y a la hora de ponerse, en la parte izquierda de la cara, pues el Camino discurre en una línea casi perfecta de Este a Oeste.

3. Los albergues y lugares de acogida.

     Hace unos pocos años, cuando se inicia el renacimiento de la peregrinación a Compostela, a finales de la década de 1980, no existían albergues de peregrinos. Entonces los peregrinos eran acogidos por particulares, parroquias y ayuntamientos, bien en casas u otro tipo de dependencias que estuvieran libres de uso a la hora de la llegada de los peregrinos a los pueblos, al atardecer. Luego esa acogida se fue institucionalizando y dio paso a los albergues que hoy conocemos. 

    Este fenómeno se vio arropado por la aparición de los Hospitaleros Voluntarios, cuyo primer germen floreció gracias a la aventura de una peregrina, Lourdes Lluch, que en 1991 alquiló una casa en Hornillos del Camino y durante los meses veraniegos se dedicó a acoger peregrinos. Su ejemplo cundió rápidamente y para finales de aquél año la Federación Española de Asociaciones de 

   Amigos del Camino de Santiago pone en "Camino" a las primeras generaciones de Hospitaleros Voluntarios e instituye un programa de actuación: Los Hospitaleros Voluntarios serán peregrinos veteranos que dedicarán gratuitamente parte de su período de vacaciones a atender un albergue. Esta gratuidad de los Hospitaleros implicaba que el albergue también era gratuito.

Albergue de San Nicolás el Real. Villafranca del Bierzo.

    Luego, a partir del Año Santo de 1993, la afluencia de peregrinos desborda año tras año todas las previsiones, los albergues  se quedan pequeños y cada año surgen nuevos albergues, tanto creados por instituciones como por particulares, para cubrir esa necesidad de acogida. Solo que, para cubrir los gastos que conlleva la gestión de un albergue y ya que los peregrinos no suelen ser muy generosos en sus donativos, las instituciones o particulares que rigen muchos albergues establecen una pequeña cuota, o donativo fijo, a cada peregrino. Mientras tanto, los Hospitaleros Voluntarios han permanecido fiel a su espíritu de gratuidad y tan sólo atienden los albergues donde no se cobra nada a los peregrinos. La realidad actual, es que aumentan los albergues de pago y disminuyen los gratuitos que tan sólo se mantienen de los donativos voluntarios que dejan los peregrinos.


Albergue de San Nicolás el Real. Villafranca del Bierzo
Patio y Claustro.

      Hay que tener muy en cuenta, que muchos albergues, sean parroquiales o municipales, no cuentan con ningún tipo de subvención, por lo que se mantienen con la "voluntad" de los peregrinos, que a veces no es mucha, lo que puede poner en peligro su continuidad, pues tienen una serie de gastos de limpieza, electricidad, mantenimiento, etc.,. que deberíamos sufragar mediante nuestras pequeñas aportaciones, los que los utilizamos; es aconsejable, por no decir obligatorio, dejar en el cepillo correspondiente la voluntad, pensando que estamos favoreciendo a los que vienen detrás de nosotros. 

     Si algún día os animáis a imitarles, tened en cuenta que será simplemente otra forma de realizar el Camino, y no menos gratificante que andando. (Si llegara el caso poneos en contacto con alguna Asociación de Amigos del Camino de Santiago).

Albergue monasterio benedictino de Samos

     Como ejemplo, en el refugio de Belorado, existe un "bote" que indica "para la comida de mañana",  habiéndose recuperado la figura medieval del "hospitalero", persona, generalmente antiguo peregrino, que está en un albergue para ayudar a los peregrinos en todo lo que necesiten, manteniendo las instalaciones y servicios en condiciones, realizando pequeñas tareas de cocina, dando ánimos y consejos a los peregrinos, curándoles las ampollas, etc., son los nuevos ángeles del Camino que desinteresadamente se prestan a atenderte.

      Aunque no será nuestro caso, hay que tener muy en cuenta, y más ahora que también se han puesto de moda los vehículos de apoyo, que en los albergues no existen RESERVAS, es decir, el que llega primero es el que ocupa el sitio, y no es válido el que llegue alguien en coche y coloque en las camas o literas las mochilas de los que vienen andando.

    Asimismo, deberás utilizarlos y dejarlos en perfectas condiciones, pues detrás de ti, vendrá otro peregrino al que le apetecerá encontrarse todo en perfecto orden. También acostarse a una hora prudencial, que no debería ser después de las 23 horas, pues aunque tú no tengas previsto madrugar mucho, seguro que otros peregrinos se levantarán a las 5 ó 6 de la mañana.


Albergue de Ferramenteiro. Portomarín
    Por la mañana, nos levantaremos haciendo el menor ruido posible, para lo que será conveniente que hayamos dejado prácticamente preparada la mochila.  

    Con respecto a los ciclistas, y teniendo en cuenta que éstos tienen más facilidad para recorrer más km. se les aconsejará, nunca se les obligará, que traten de pernoctar en determinados albergues que tienen mayor capacidad de acogida, pues en los de pocas plazas terminarían copándolas al llegar los primeros, y ser más difícil para el que va andando hacer unos cuantos km. más.

4. La credencial del peregrino.

    Es imprescindible llevar la Credencial del Peregrino debidamente cumplimentada, que nos identifica como peregrinos, y nos permite acceder a los albergues públicos cuando realicemos el camino en solitario.
Podemos  tratar de conseguirla en las distintas Asociaciones.

    En el lugar en que iniciemos nuestra andadura, nos certificarán el día y forma en que realizamos el Camino, a pie, en bicicleta o a caballo. A lo largo del Camino, generalmente en los albergues, nos pondrán el sello y la fecha, y una vez lleguemos a Santiago, acreditando que hemos recorrido como poco los últimos 100 Kms. a pie o a caballo, o 200 Kms. en bicicleta, podremos, en la Oficina de Acogida al Peregrino que existe en la Catedral, obtener la Compostela, siempre y cuando nuestra peregrinación haya sido por motivos religiosos, espirituales o de búsqueda interior.


5. La Compostela.

    Certificado en latín que acredita que hemos peregrinado a Santiago, y realizado el mínimo de los 100 Kms (caminando o a caballo) ó 200 Kms (en bicicleta). 

     Peregrinación que se entiende realizada por motivos religiosos, o cuando menos espirituales.
Caso contrario, existe otro tipo de certificación que también nos entregarán en la referida oficina.


6. La misa del peregrino.



    Nadie puede dudar de la importante presencia espiritual y religiosa en el Camino, una gran cantidad de peregrinos inicia esta aventura por estos fines, aunque no menor será el poder conectar con los ambientes, paisajes, cultura... que el Camino irá descubriendo al peregrino.  

    En  Santiago de Compostela, la misa del peregrino se oficia a las 12,00 h y 20,00 h.


     Durante la celebración de la misa del peregrino en Santiago de Compostela se puede observar, en algunas ocasiones establecidas, el uso del popular Botafumeiro, volando a lo largo de la nave central del templo compostelano. La puesta en funcionamiento de este gigantesco incensario puede conseguirse también mediante las donaciones de grupos interesados. Las tarifas rondan alrededor de 300 euros. La Iglesia mantendrá por su cuenta el vuelo del Botafumeiro en veinticinco ocasiones solemnes. 

     De forma orientativa indicamos los días que se puede ver el Botafumeiro en alguna de las misas en el Altar Mayor:

Epifanía del Señor 6 de Enero 
Domingo de Pascua de Resurrección Semana Santa 
Ascensión del Señor 40 días después de Pascua 
Fiesta de la aparición del Apóstol 
Pentecostés 50 días después de Pascua 
Martirio del Apóstol Santiago 25 de Julio 
Asunción de la Virgen María 15 de Agosto 
Todos los Santos 1 de Noviembre 
Cristo Rey 5º domingo antes de Navidad 
Inmaculada Concepción 8 de diciembre 
Natividad de Nuestro Señor 25 de Diciembre 
Traslación de los restos del Apóstol 30 de Diciembre 

   El resto de los días se utiliza un incensario, también realizado en metal blanco, conocido como La Alcachofa. 

    El origen del Botafumeiro se sitúa en 1554, construido gracias a una ofrenda del rey Luis XI de Francia. El original estaba elaborado en plata y fue robado por las tropas francesas en 1809 durante la Guerra de la Independencia. Al igual que otros incensarios de las iglesias, tiene un origen litúrgico. Sin embargo, éste es especialmente grande debido al gran número de peregrinos que llegan a Santiago, pesa unos 50 kilos y mide metro y medio de altura.

Abril 2014




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